Twitterficciones
“El 28 de noviembre a las 10:13 p.m., una mujer identificada como Miranda Brown, 44, de Brooklyn, cayó a su muerte desde el techo de un hotel de Manhattan”, era el inicio de una historia de misterio contada paso a paso, sin sobrepasar la rigurosa regla de Twitter de los 140 caracteres, que la escritora Elliot Holt (elliottholt) comenzó a relatar en su espacio de la red social. Varios tuits más adelante, la autora emplazaba a sus seguidores a que descubrieran cuál era la conclusión del cuento, ¿sería un #asesinato, un #suicidio o un #accidente?
Esta es sólo una de las posibilidades que está entregando Twitter a las nuevas formas de narrar y consumir historias. Incluso en Chile se han visto ejemplos como Cota Mil (@lacotamil), una teleserie contada íntegramente usando la red social, donde cada uno de los personajes tenía una cuenta e interactuaba según un guión preestablecido. Las posibilidades son variadas, pudiendo a veces ser parte de un relato mayor, como sucedió en el caso de la novela gráfica Mortis: Eterno Retorno, del guionista Miguel Ferrada, cuyo lanzamiento estuvo precedido por una serie de misteriosas historias que se desarrollaban a través de Twitter, Facebook y diversos blogs.
Lectura interactiva
Por más que las pantallas hayan cambiado, los libros se han mantenido por regla general en el típico modelo de avanzar desde la primera página hasta la última. Ahora, con pantallas táctiles, sonido, video y el sinnúmero de herramientas que la tecnología otorga, el propio proceso creativo detrás de un libro está cambiando, permitiendo a los autores y a los lectores una ampliación en las dimensiones de lectura y en las posibilidades narrativas.
Un ejemplo de esto es Atavist Books (www.atavist.com/atavistbooks), una nueva editorial que planea publicar “libros digitales potenciados” en conjunto con algunos de los mejores narradores estadounidenses del momento. La idea es que el lector pueda utilizar sus cinco sentidos para avanzar por la historia, contando con video, sonidos, mapas, esquemas y todo lo que quepa en la imaginación del autor. Y Atavist no está sola en esta iniciativa, ya que editoriales como HarperCollins y Penguin han publicado en este formato a autores tan connotados como Neil Gaiman y Nick Cave.
Un Netflix para los libros
Netflix lo hizo por las películas y las series, Spotify por la música y ahora es el turno de Scribd (www.scribd.com) de hacerlo por los libros: una pequeña suscripción mensual por acceder a un gran catálogo en línea es un modelo que parecía poco viable en un comienzo, pero con el tiempo se ha vuelto la mejor forma de distribuir contenido por internet.
Scribd dice tener la colección más grande de libros de cualquier biblioteca en el mundo, con más de 40 millones de títulos de acceso gratuito y en muchos idiomas, a los que puede sumarse una suscripción mensual por menos de $5.000 (con un mes gratis) y que permite leer incluso los más recientes best sellers y los documentos más exclusivos del sitio.
Además, los propios usuarios pueden subir contenido, forjando una biblioteca comunitaria donde pueden encontrarse los más esquivos textos de estudio, los clásicos de la literatura mundial y los más oscuros escritos de autores independientes.
El boca a boca
Si hay algo que la masividad de la tecnología ha traído es el exceso de información. Entre la infinidad de publicaciones diarias generadas por un sinnúmero de fuentes, encontrar contenido que se ajuste a las preferencias y necesidades del lector es una tarea cada vez más compleja. ¿Cómo decidir qué leer cuando hay tiempo sólo para acceder a una pequeña fracción de las cosas disponibles?
Cada vez más, son los propios lectores los que generan la respuesta a esa interrogante. Con plataformas sociales como Goodreads.com o Quelibroleo.com, es posible acceder a recomendaciones, críticas y novedades con la simple operación de seleccionar y calificar los libros que se hayan leído. Estas plataformas, además, facilitan llevar una especie de bitácora de lo que se lee, pudiendo encontrar usuarios que compartan los gustos y que sirvan de referentes para definir las siguientes lecturas. Incluso puede ensayarse la veta crítica, realizando comentarios y discutiendo respecto a los libros que hayan dejado alguna marca en el usuario.
Letra e imagen en movimiento
El video ha coqueteado durante años con la narrativa escrita, y siendo YouTube una plataforma tan amplia y fácil de usar era cuestión de tiempo para que se establecieran distintas iniciativas que intentan acercar y refrescar relatos, entrevistas y ensayos con una estética más amable y divertida para todo tipo de público. Un ejemplo es la oferta del canal Electric Literature (www.youtube.com/user/ElectricLiterature#p), donde diversos animadores dan vida a historias clásicas y contemporáneas, hasta el canal Blank on Blank (www.youtube.com/user/blankonblank), donde exponen animaciones en que entrevistados de la talla de Kurt Cobain, Fidel Castro o Grace Kelly se refieren a temas como la identidad, la calidad mortal del hombre o el miedo al rechazo.
También está The RSA (www.youtube.com/user/theRSAorg), donde se exponen con mucha claridad charlas de filósofos como Slavoj Žižek o Pierre Bordieu, en las que el video se presenta como un compañero ideal de las letras y facilita el resumen de grandes historias en cortos de no más de 15 minutos.
La librería en el teléfono
Con los smartphones volviéndose cada vez más una extensión del cuerpo de las personas, es casi natural que se multipliquen las herramientas para facilitar o ampliar las opciones de lectura. Las indispensables son las aplicaciones de los lectores portátiles Kindle y Nook, disponibles para equipos Apple y Android y que dan acceso a todos los libros digitales que el usuario haya obtenido en las tiendas de Amazon y Barnes & Noble, respectivamente, además de personalizar bastante la experiencia de lectura según los gustos (dado que suele ser más incómodo leer en un teléfono que en un lector digital). Además de esto, es posible encontrarse con herramientas como Book Crawler, disponible gratuitamente para equipos Apple y donde el usuario puede llevar una base de datos detallada de los libros que va leyendo, aparte de hacer listas de lecturas futuras, leer resúmenes, reseñas y ver en qué librería están disponibles. La variedad es amplia, existiendo también aplicaciones como las de DC Comics, Marvel Comics y Dark Horse Comics, para quienes tengan un acercamiento mayor a la novela gráfica y la historieta. Estas plataformas ofrecen bastante contenido gratuito, además de vender cómics por precios tan bajos como 99 centavos de dólar.
Leer escuchando
Los audiolibros tienen una tradición tan antigua como los ahora nuevamente populares discos en vinilo, y al igual que estos en los últimos años han resurgido de forma importante, en gran medida porque el poco tiempo y las muchas tareas que las personas realizan a diario impiden sentarse a leer tranquilamente.
La ventaja de los audiolibros es que basta con ponerse los audífonos y mantener ligera atención, mientras se hace ejercicio, se trabaja o se navega por la web. Y ahora las plataformas son diversas y gigantes. La más grande y conocida biblioteca de este tipo de contenidos es Audible, compañía que compró Amazon en 2008 por US$ 300 millones y que cuenta con un catálogo de más de 1.500.000 horas de contenido, en varios idiomas, que van desde libros a programas de radio, pasando por podcasts y versiones escuchables de periódicos y revistas. Y si se trata de plantear narrativas nuevas, uno de los mejores ejemplos es Welcome to the Night Vale (Bienvenido al Night Vale), el podcast más descargado en iTunes en 2013, que se plantea como el programa de radio de una ciudad imaginaria, emplazada en EE.UU. donde todas las teorías conspirativas son reales (http://commonplacebooks.com/welcome-to-night-vale)
Por: la tercera.
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