Durante las últimas semanas ha sido inevitable escuchar estos conceptos en prácticamente todos los medios y por diferentes razones, independiente de lo que ya observamos en nuestra vida diaria, y es que para nadie es un misterio que cambios y distintos escenarios, conllevan a distintos estados de ánimo. Ahora como estos se manifiestan? o como se analizan? creo que ya daría para una columna de mi estimada amiga la Dra. San Juan, por eso solo me voy a referir a como se vinculan las expectativas con las estrategias de inversión y como los estados de ánimo, nos pueden llevar a tomar decisiones mal informadas.
La primera regla en cualquier negocio es comprar barato y vender caro, ese ejercicio es simple y conocido por todos, especialmente cuando lo observamos desde la teoría, pero cuando lo tratamos de aplicar al mundo real, asumiendo la probabilidad del error es que comienzan a incorporarse una serie de sensaciones que mas tienden a confundirnos que guiarnos, generalmente nos ciegan frente a una oportunidad, nadie quiere riesgo, pero sí todos quieren beneficios, un poco contradictorio para un mercado libre. Ahora dentro de la estrategia de inversión, si bien la base es conocer el fundamento de esta, el “timing” no deja de ser importante, ya que los mercados de oportunidades se mueven en ciclos, y saber cuál es el valor de una inversión en un determinado momento es relativamente fácil, solo hay que preguntarlo, ahora, saber si ese precio es barato o caro, ya es otra cosa. Por eso sensaciones como el miedo a perder, la esperanza de que todo saldrá bien, la euforia de que todo va como lo soñamos o la codicia de querer mas y mas, generalmente tienden a jugarnos malas pasadas ya que se presentan de forma inversa a como lo propone una estrategia de inversión estudiada y planificada, incluso la más tradicional.
Durante los últimos meses hemos visto como nuestra economía muestra grandes expectativas a las personas, despertando mucha esperanza y mucha codicia, eso se ve reflejado en precios caros y oportunidades que probablemente no resultarán tan rentables, algo similar paso durante la crisis financiera del año 2008 donde vimos a muchos vender sus propiedades a precios bastante bajos que para quienes compraron resulto ser una excelente inversión.
Bueno es exactamente lo que vemos hoy en nuestra bolsa local y en las inversiones financieras en general, y todas las que a ellas se asocian. Cuando sensaciones como el miedo y la desesperación se presentan, podemos ver gente angustiada y apesadumbrada, que muchas veces retira equivocadamente sus ahorros de fondos mutuos u otras inversiones y se sumerge en renta fija, generando conformismo y desinterés.
Bueno es así como las sensaciones nos traicionan ya que la sensación de oportunidad simplemente se hace ausente y es justamente cuando más presente debiera estar, lamentablemente el miedo la opaca y no logra mostrarse aunque sea informadamente, por eso gestionar e identificar riesgo, no es una tarea simple y si nos rigiéramos exclusivamente por una estrategia de inversión planificada, podríamos ver como los que planifican, hoy están haciendo justamente lo contrario, comprar.
No es casualidad que cuando estallo la crisis europea, los ahorrantes en fondos mutuos salieron a rescatar, generando una venta de sus activos a bajos precios, la buena noticia es que los grandes compradores fueron las AFP que a pesar de ser duramente criticadas, supieron aplicar la estrategia cuando correspondía.
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