Luz Bernardita Henriquez Sepúlveda, nació el 27 de Julio de 1960, en Bulnes. Es la segunda de siete hermanos y su mamá, analfabeta, le contó que cuando la esperaba, se cayó y se golpeó el vientre con un balde… esto produjo en Luz Bernardita una apertura en su carita desde la boca hacia la oreja, la cual cicatrizó dentro del vientre, pero al momento de nacer, vieron que tenía toda la piel cicatrizada hecha un bollo cerca de la oreja, por lo cual tuvieron que operarla de inmediato y sólo hoy tiene dos pequeños agujeritos en su mejilla derecha y un lunar de piel en la oreja del mismo lado… y nació de 7 meses, antes de tiempo, pero.. con el pelo y las uñas largas…
Dijeron también en su época, que tan gran golpe, habría dejado en ella alguna secuela neurológica, pues, nunca en su vida, ha logrado aprender a leer ni por supuesto, a escribir, a pesar que ella ha tratado muchas veces… “hay algo en mí” – dice- “que no me deja juntar las letras y lograr el sonido de la palabra completa”
Esta es la historia de “Tita”, como tiernamente la llaman sus familiares y amigos
Cómo vivió usted su infancia, sufrió alguna burla por no lograr aprender a leer?
La viví felíz, yo vivía en el campo, con mis hermanos… no puedo decir que vivíamos en extrema pobreza, pues cada uno de nosotros tenía su propia cama y teníamos piso de madera. Ibamos a una escuela rural, eso si, en un mismo curso todos con distintas edades… El que yo no aprendiera a leer ni escribir, nunca fue motivo de burla grave… solamente decían “pobre Tita, que nunca aprende” pero nadie me ayudaba. El que aprendía bueno y el que no, se las arreglaba como pudiera.
En todo caso, yo siempre fui pilla y logré que me tomaran las pruebas orales y siempre sabía más que el resto. Fui desarrollando mi capacidad para poner atención en clases.
Esta deficiencia solo fue en tema de lectura o también con los números?
No, con los números, nunca tuve problemas. Aprendí rápido y era buena para las matemáticas. Además, me di cuenta que tenía que salir adelante sí o sí, entonces, como no me resultaba lograr leer, me di cuenta que las matemáticas eran mi fuerte.
Qué siente cuando está tratando de leer y no puede?
Mire, cuando me concentro demasiado, empiezo a sudar, a transpirar, me comienzo a marear y me doy cuenta que no lo voy a lograr… entonces lo dejo.
He intentado muchísimas veces tomar y retomar cursos, clases de lectura, de aprender a escribir… y no puedo.
Qué pasó cuando llegó el momento de pasar a la Enseñanza Media?
Bueno, yo tomé unos cursos que incluían la educación media y también pequeños talleres.. yo tomé curso de peluquería, y luego pastelería. Iban profesores de Bulnes al campo y reunían a todas las personas que estaban interesados en aprender cosas distintas…Nosotros teníamos una parcela, la cual la trabajábamos todos mis hermanos, teníamos vacunos, y ahí sacábamos la leche, hacíamos queso y salíamos a vender… y con eso nos vestíamos y comíamos.
Y después?
Después quise salir adelante, otra vez, y partí a Concepción a una escuela especial de aprendizaje… pero otra vez fallé.. no podía, no podía darle el sonido a la palabra completa… y me pregunto “por qué un niño chico puede hacerlo y yo no? Por qué?” y se emociona…
Asique, volví a Bulnes e hice un curso de invernadero, aprendí a germinar semillas, a cultivar, cómo se hace la tierra y luego vendía todo lo que hacía.
Después hice el curso de ingeniero agrónomo y saqué mi título dando todas las pruebas orales. Y saqué mi título.
Un día me gané un premio de Lotería, hace 20 años atrás, llamado Super 3, y con esa plata, ayudé a mi papá a pagar unas deudas y con el resto, lo usé de capital y formé en mi casa un minimarket, vendía abarrotes.
Un día lo dejé porque quería saber hasta donde podía llegar. Pedí un préstamo al banco y pedí una patente de restaurant y arrendé una casa y puse un mini restaurant, porque le pego harto a la cocina…
Un día me pidieron la casa.. y tuve que dejar mi negocio. Volví a Chillán a cuidar a una abuelita.
Junté platita y arrendé otra casa y levanté nuevamente un restaurant… y sabe lo que me pasó?
El terremoto me botó la casa… y también mis sueños y todo mi esfuerzo…
Asique tuve que pensar en otro trabajo porque a pesar que la casa estaba en el suelo, las deudas hay que pagarlas…
Me vine a Santiago a trabajar de nana… creía tener experiencia porque había cuidado a mis 5 hermanos chicos, sabía cocinar, y necesitaba la plata.
Trabajé un año con una familia con 4 niños pero me cansé porque mi régimen de salidas era solo 4 dias al mes…
¿Como se las arregla trabajando de nana, cuando hay una dueña de casa que necesita “escribir” las órdenes, dejar recados, le piden que les de los remedios a los niños….??
Trato de concentrarme cuando me dicen las cosas y soy bien responsable. No ha sido algo que me ha limitado.
Nunca la han hecho lesa?
No.. y yo creo que ha sido pura suerte y también siempre cuando tengo que leer algo o ir al banco, voy con alguien de mi familia, que me ayuda y que me da plena confianza.
Y el amor?
Nunca fui muy polola, en el campo es muy difícil pololear con un padre tan dominante, y yo era bastante callada.. salía de repente, pero nunca se me dio la posibilidad de algo más allá. Nunca me pidieron matrimonio… me dediqué a cuidar a mi mamá, hasta que murió…
Y cómo se siente hoy, a los 52 años, ser una mujer analfabeta en Santiago, teniendo que luchar en esta selva de cemento?
Me siento feliz, porque estoy trabajando de nana en una casa, donde me han dado la oportunidad y la posibilidad de movilizarme por mi misma, en un año, he aprendido a tomar micro, metro, me bajo en todas las estaciones, sola, ando en bus hacia el norte y sur… y ya no me siento más ahogada ni nerviosa, y siempre cuando tengo dudas, pregunto. Además, me han dado la libertad de tener todos mis fines de semana libres, me enseñaron a valerme por mi misma, me dieron la posibilidad de ir a la escuela de aprendizaje en Barnechea para ver si esta vez, logro aprender a juntar las letras y leer una palabra… me ha costado harto, pero espero lograrlo.
Me siento liberada, ya no estoy oprimida ni reprimida, se me abrió un mundo ajeno al que yo nunca pensé que existía para mí, nunca me imaginé que había un mundo tan bonito fuera de Bulnes.
Ahora sé que puedo salir adelante. No me voy a quedar aquí ni depender de mi familia.
Es más… quiero poner aquí en Santiago, mi propio puesto de empanadas!!!
Quien o qué la motiva para seguir adelante?
Sin dudarlo y con lágrimas en los ojos, rápidamente me dice: “Dios y mi mamita que me cuida desde arriba”.
Algún consejo para las analfabetas del siglo 21?
Si, que no se sientan analfabetas, que salgan adelante, que sigan sus sueños, sus ideales, y lo más importante… tener muy en cuenta que hay gente que sabe leer y escribir, que lo tiene todo y no saben levantarse cuando hay un problema, son flojos y cómodos. … en cambio nosotras, tenemos una limitación y “gracias” a esta… nos esforzamos mucho más!!
Tita vuelve a sonreír, nuevamente se emociona y agradece esta entrevista…
Y yo… no puedo dejar de sorprenderme y de quedar boquiabierta.
Qué linda historia, no?
Quise compartir con ustedes la vida de esta “mujer empoderada”
¿Qué opinas ?
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