Ver las noticias es sinónimo de escuchar la permanente discusión acerca de la educación gratuita, del valor económico y del lucro que actualmente se ejerce con ella y de cómo este elemento puede transformarse en algo realmente importante para la evolución de nuestro país.
Pero ¿entendemos plenamente el valor de la educación como eslabón de una sociedad más justa y equitativa para las generaciones venideras o simplemente tomamos la parte conflictiva que atañe a la gran masa?
Estoy de viaje por la carretera austral y he visto lugares como Hornopirén, Palena, Chaitén, Futaleufú, La junta, entre otros pueblos donde la civilización aún no ha llegado, donde el concepto de educación se torna difícil de comprender, pues en muchos lugares ni siquiera existe. Parece increíble pero es cierto.
La importancia de darle educación a las generaciones trasciende más allá del colegio, es educar a los niños y mujeres, es educar acerca del silencio, de lo oportuno, de la discreción, de la bondad, la tolerancia, el autoconocimiento, de las raíces de los pueblos, sus idiomas y tradiciones, es enseñar acerca del respeto, ese que nos hace más felices a todos incluso a los más educados, no solo hablar del valor económico del colegio o la universidad, sino ser capaces de enseñar a comprender cosas tan básicas como el entorno en el que viven y cómo desenvolverse ,cuidarlo y preservarlo .
La importancia de la educación, en estas materias, es quizá la clave para los que aún no comprenden la lucha del concepto de educación gratuita y de calidad. Y es que sin educación no lograremos cambiar la realidad e inequidad en la cual nuestro país está metido, y cuando hablo de nuestro país no hablo solo de Santiago. Hablo de los millones de chilenos que viven en regiones.
Quiero ser educada, quiero tener gente educada a mi alrededor, quiero mi ciudad educada, mi comuna y por ende mi país educado. Quiero especialmente una sociedad donde la educación permita discusiones respetuosas, reflexivas, sin insultos ni doble sentido, que son enemigos de la educación, una educación directa, constante, permanente y sencilla , donde podamos aprender el valor como individuo y como sociedad . Una educación que fluya como lo hace la naturaleza , con sus espacios con su ritmo y sus colores.
Una educación que enseñe a los niños en el colegio aquello que jamás aprenderán en las casas, pues sus padres no tuvieron acceso a la educación y así finalmente demos un paso importante para una sociedad más justa.
Porque como bien dice el dicho donde hay educación no hay diferencias sociales.
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