66 mil mujeres son asesinadas anualmente en el mundo por razones de género. Organismos Internacionales la han catalogado como una pandemia, pero todavía es una de las más invisibilizadas.
Latinoamérica es la región que registra más muertes, seguida de África. Pero Chile, también tiene números alarmantes. Desde 2010 a la fecha, 151 mujeres han muerto asesinadas por sus maridos, parejas y ex parejas, y el 80% de las denuncias por concepto de violencia son hecho por mujeres. Unas cifras alarmantes, pero que a día de hoy muy poco se está haciendo, ya que de lo que va de año, ya van 15 femicidios.
Hace algunos meses trabajé en la promoción de la Campaña “Mujeres por Más”, un esfuerzo de las Naciones Unidas que buscaba promover y sensibilizar sobre la igualdad de derechos y la autonomía de las mujeres y niñas, y garantizar una vida libre de violencia.
Los números de femicidio que explicaba la campaña, “Mx+”, no cuadraban con los del Gobierno, era un momento previo a la arribada de Bachellet, había mucha expectación política, y además Chile estaba siendo centro noticioso, ya que se realizaba la Celac, 60 países que forman parte de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y de la Unión Europea se daban cita en Santiago para hablar sobre el desarrollo sustentable y de cómo promover inversiones de calidad social y ambiental. Sin duda un gran tema, pero claro, los carteles que denunciaban que “cada semana una mujer muere asesinada por su pareja”, en gran formato y en varios puntos de la capital “ensuciaban” la imagen país, y eso era algo que el gobierno no estaba dispuesto a tolerar.
Se dijeron muchas falsedades, se levantó gran revuelo político por todo ello, y finalmente se sacó de circulación la campaña…Una pena que no se haya pensado en las víctimas, en las “demasiadas” mujeres que mueren asesinadas por sus parejas en Chile. No debemos desvirtuar el problema de fondo, porque los números son un frío referente y lo importante es luchar en el ámbito preventivo para evitar que se reproduzcan los comportamientos machistas.
Para poner fin a la violencia contra la mujer en todas sus formas, urgen líderes valientes y decididos, a una sociedad y un Gobierno, sensibilizados y que apoyen toda iniciativa que busque poner fin a la cultura de la discriminación. Porque no podemos permitir que cada semana (o cada dos, o tres o anualmente) una mujer muera asesinada por su pareja.
Carola Madrid F.