Los libros, sus historias, son la herramienta perfecta para dar a conocer el
mundo, soñar, aprender, viajar, además de enseñar valores y mejorar la
cultura.
Los padres, junto con los educadores, somos los principales responsables de
familiarizar a los hijos con los libros e iniciarlos en la maravillosa aventura de
la lectura.
En estos días se está celebrando Filsa 2013, Feria Internacional del libro
de Santiago, donde se espera que más de 30 mil personas la visiten. Cifras
consideradas un éxito por muchos, pero sólo muestran nuestra desoladora
realidad.
Diversos estudios han mostrado que los chilenos no son buenos lectores.
Aunque, no somos los peores de Latinoamérica. 5,4 libros es el promedio
anual de los chilenos (no tan mala comparándonos con otros de la región)
pero muy malas si consideramos que no leemos por gusto, sino por obligación,
principalmente por razones académicas y laborales. Así lo revela el informe (de
la U. de Chile y la Unesco) que muestra cómo mientras en Argentina y Brasil
un 70% y 47% de las personas lee como una forma de recrearse, en Chile esa
cifra apenas llega al 7%.
Mucho hay que hacer y avanzar para mejorar estas cifras y equiparnos a
nuestros vecinos. Por ejemplo, en la feria del libro de México, cerca de 800
mil personas la visitaron, cierto que es un país mucho más grande, igual que
la famosa y reconocida Feria de Buenos Aires, que en sus casi tres semanas,
más de 1 millón de lectores asistieron. Pero los más de 280.000 cubanos que
disfrutaron de la feria de la Habana, sigue mostrando que a los Chilenos les
cuesta leer.
En cuanto a la manera de acceder a los libros, Chile aparece como uno de los
países donde menos se compran libros, con un 35%. Muy lejos del 57% de
España o el 56% de Argentina, aunque sobre el 32% de Colombia y el 23% de
Perú.
En época electoral poco o casi nada se ha escuchado sobre las estrategias de
promoción y fomento de la lectura en general y menos en niños. Sabemos
que la lectura es fundamental para el desarrollo integral y cuanto antes
empecemos a leerles un cuento, antes se iniciarán en el fascinante mundo del
lenguaje, que además les permitirá aprender a expresarse correctamente en el
futuro.
Es así que toda iniciativa que busque incentivar la lectura en niños hay que
apoyarla. Por eso, la campaña de recolección de libros que impulsa MUJER
OPINA para una escuela de niños vulnerable de Santiago, es una causa que
todos debemos apoyar, porque quienes invierten en cultura, invierten en el
futuro.
Carola Madrid F.