El inicio del colegio para muchas familias es causa de ansiedad y temor. Un buen número de padres sienten la presión del colegio para llevar a sus hijos al neurólogo, psicólogo y psicopedagogo. Es normal que un porcentaje de alumnos requieran evaluación y ayuda, pero las estadísticas en Chile son ridículamente altas; ¿porque?. Como sociedad responsable, que está a cargo de niños y es responsable de su cuidado esta realidad no puede dejarnos indiferentes.
¿Que nos está pasando que nuestros niños no están cumpliendo las expectativas? ¿Son realistas estas expectativas?, ¿Responden a lo esperado en una gran variedad de niños?
¿A quien le sirven estos niveles esperados de rendimiento?
Desde mi punto de vista estamos dejando de lado la variedad normal de desarrollo infantil, la necesidad de ritmo, de gran diversidad, esperada y bienvenida diversidad infantil.
¿Es beneficioso que un niño que estuvo 8 horas en el colegio, llegue a su casa a clases y no tenga tiempo para jugar y descansar? , ¿Para crear y soñar?, ¿En que momento puede disfrutar el deporte, leer, conversar con amigos?, ¿Compartir en familia?.
¿Que imagen de si misma va a tener una niña de 6 años que ve su cuaderno de clases lleno caritas tristes de tareas no terminadas?.
Sin duda como psicóloga he visto los grandes beneficios de ayudar a familias y niños en procesos de adaptación, en crisis y en superar dificultades, encontrando sus estrategias adecuadas y su equilibrio particular. ¿Pero es realista el porcentaje en Chile?,¿Tanta evaluación a neurólogo, psicólogo, psicopedagogo por dificultades de aprendizaje?
Desde mi perspectiva el ranking de colegios no mide realmente educación de excelencia, ya que en muchos casos implica expulsar a niños que no toleren esa exigencia, que no saquen sobre 6 en promedio, entonces ¿mide educación?, o ¿está reflejando el nivel de niños que aceptan?, y además ¿Qué está midiendo ese promedio?, ¿Mide autoestima, capacidad de empatía, valores, o solo capacidad cognitiva?, ¿Es ese nuestro foco?.
Los niños al compartir y convivir con niños diferentes desarrollan habilidades de adaptación fundamentales en la inteligencia emocional y bienestar social. Si solo comparten con niños similares, les costará desarrollar esta capacidad adaptativa, asi como la tolerancia y la generosidad.
Las madres (y los padres) podemos informarnos de alternativas, apoyar desde la confianza en nuestros hijos y especialmente manejar la angustia, el temor del futuro fracaso.
El hecho de tener mal rendimiento o no ser los mejores del curso, no implica ser un fracaso en el futuro, de partida analicemos que es el éxito y fracaso...en todo caso respecto a esto, influye bastante mas el exceso de ansiedad, baja autoestima y baja motivación a aprender por trauma del colegio.
Para que nuestros hijos sean adultos felices, deben aprender a ser felices de niños, disfrutar la infancia y el tiempo en familia. Padres que solo alcanzan a hacer tareas, retar y mandar cuando llegan del trabajo, generan un vínculo tenso, y niños estresados, asustados de fallar. Es el círculo del miedo: padres asustados, hijos asustados.
Que tu hijo (a) sienta que nunca falla para ti, que confías en el (ella), que cumple plenamente tus expectativas, que a pesar de quizás no ser el mejor (la mejor) del curso y necesitar reforzamiento, dibuja increíble, es creativo (a), buen (a) amigo (a), deportista, leal, toca flauta...etc una gran diversidad de talentos fundamentales en la sociedad.
¿O solo importan las notas?
Para los padres esta carga también es un cuestionamiento a si mismos como padres; sienten que no están cumpliendo bien su rol, ese mensaje es dañino en la relación con los hijos, ya que puede provocar en algunos padres rabia hacia sus propios hijos "¿porque me haces esto, de sacarte malas notas.", "¿No ves todos los esfuerzos que hacemos y no respondes?". Estos mensajes a los hijos unido a etiquetas de "flojo", "malagradecido", sin duda pueden influir negativamente en la imagen de sí mismos en ellos.
Siempre es importante recordar que la imagen que nuestros hijos tienen de si mismos esta basada en la que creen que sus padres tienen de ellos, en las etiquetas, palabras y gestos que perciben. Muchos padres admiran a sus hijos y jamas se los dicen, solo expresan lo negativo,"para que aprenda", ¿Aprenda que?, ¿Que no merece admiración?, ¿Que nunca va a saldar la deuda con sus padres?. Destaquemos lo positivo en ellos y destinemos tiempo a jugar, disfrutar y estar juntos en familia sin presiones, es sembrar bienestar, alegría y salud en su futuro.
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