Recién ha comenzado la primavera y ya se puede percibir en mi consulta dos grupos bien marcados de pacientes, por un lado los que están más contentos y con energía por el aumento de la luz, por los días más largos y el romance implícito de la Primavera, y por otro lado, aquellos que se desaniman, angustian y son envueltos por el pesimismo.
Todos tenemos alteraciones del ánimo, algunos periodos son mejores que otros y esto es normal en la medida en que las oscilaciones sean leves. Sin embargo, la primavera suele tener un efecto particularmente negativo en aquellas personas con Trastorno depresivo y Trastorno Afectivo Bipolar produciendo un alarmante aumento de las tazas de suicido en esta estación del año.
Generalmente son personas con Depresiones que no han recibido tratamiento y mantienen la fantasía del suicidio latente pero no cuentan con la energía de congregarlo, y al llegar la primavera con la luz solar, esta energía aparece de golpe, entonces ahora tenemos aún paciente depresivo, con ideación suicida y la energía física de hacerlo...... combinación letal!
Algunos datos:
- Según la Federación Mundial de la Salud Mental, desde el 2000 aproximadamente un millón de personas mueren cada año por suicidio, siendo la causa principal de muertes entre adolescentes y adultos jóvenes.
- El suicidio en jóvenes se ha triplicado en los últimos 30 años y es la tercera causa de muerte más frecuente entre 15 y 24 años de edad y la sexta causa de muerte entre 5 y 14 años.
- Por cada 1 hombre que realiza un intento de suicidio hay 4 mujeres que también intentan quitarse la vida, sin embargo, los hombre concretan el suicidio 3 veces más que las mujeres.
- Los hombres se suicidan más después de los 45 años y las mujeres después de los 55 años.
- Los hombres buscan métodos más violentos y seguros (ahorcamiento, disparo con arma de fuego, lanzarse desde la altura o a vehículos en movimiento) y las mujeres usan medios menos letales (sobredosis de fármacos).
- Aproximadamente el 95% de los pacientes que se suicidan o intentan suicidarse, tienen un trastorno mental, diagnosticado o no. Los trastornos depresivos forman el 80% de este perfil, la esquizofrenia el 10% y la demencia o el delirio el 5%. Entre las personas afectadas mentalmente, el 25% también son dependientes del alcohol.
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